viernes, 14 de agosto de 2009

Como un arbol

Me desojo lentamente
en la estación del amor,
una lágrima cae en la vereda
y nunca más volverá a nacer.
La raiz se deteriora con los fracasos
y el tiempo no ayuda como antes,
siento esa brisa helada cuando respiras
que congela mi cuerpo y me deja inmóvil.
Mis brazos se debilitan
y tu aliento me deja sin fuerzas,
mi piel se descascara poco a poco
y el calor penetra en mi alma.
No es es suficiente que riegues con ilusiones
mi espiritu vencido y moribundo.
el destino está marcado
desde el principio de los tiempos,
aunque el reloj siga su marcha
y todo siga sin mi...
estuve ahi por una razón.
En esa esquina dejé mi huella
tallaste tu nombre en mi,
aunque haya dolido y tardó en cicatrizar
me elegiste para llevarte en mi.

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